Tras llamar al Forestal de la zona, nos dijo que lo mejor era dejarlo en el mismo sitio donde lo encontramos, que la madre se habría ido a comer, y luego vuelven a por el.
El problema es que al acercarnos a el, es fácil que algún predador, acabe con la cría. Las crías no desprenden ningún olor y por eso sobreviven a los predadores, lo peor al acercarnos nosotros al bicho es fácil que Zorros y demás animales sigan nuestro olor y se encuentren con la cría y claro, que se lo coman.
En este caso era una cría de Corzo, pero nos estuvo diciendo que hay que hacer lo mismo con todas las crías que nos encontremos.

Dio esto porque es fácil que alguna vez nos encontremos con una situación parecida, y saber que hay que hacer.